Es muy claro y más que conocido por todos nosotros que las cosas siempre se hacen mejor si se hacen con AMOR. Si nos detuviéramos a pensar y confiáramos en que ese AMOR queda en lo que hacemos. Si eso que hicimos, además llega a otras personas, sería como que repartiéramos un poco de nuestro AMOR de forma incondicional sin siquiera saber quien lo recibe. Comparto una historia que me cambió la forma de ver, sentir y hacer las cosas…
Hace muchos años estaba con mucha alergia que los médicos tradicionales no la podían curar. Me mandaban muchos remedios y no mejoraba, mientras tanto viajé con un grupo de amigas y en el aeropuerto me compre un libro que me fascinó del Dr. Marcelo Montes de Oca Médico y Acupunturista.
A la vuelta del viaje ya tenía decidido a ir a él para hacerme Acupuntura. Él es un hombre muy sincero y me dijo que le iba a llevar aproximadamente dos meses sacarme la alergia.
En esos dos meses fuimos charlando mucho, le conté que era Repostera y el me mandó a fotocopiar con su secretaria y plastificar algo que había escrito en uno de sus libros para el Panadero de su Pueblo. En ese momento me di cuenta que lo que yo hacía, era repartir un poco de AMOR en cada casa, reuniones o fiestas que comían mis postres, lo cual me llenó de emoción ya que nunca había sido consciente de ello, todavía guardo ese texto y cuando lo leo me sigo emocionando:
AMASADOR DE AFECTOS
En un viaje a mi querido pueblo de Carmelo, en el tiempo de regocijo por encuentros queridos, tuve la oportunidad de conocer al maestro de pala que trabajaba en la panadería de uno de mis amigos, Héctor o El Negrito.
Era la Madrugada, hora de gran actividad en esos ámbitos de trabajo, donde se crea el alimento del pan.
Mi visita paró un momento la actividad, para que mi amigo me presentara a sus empleados.
Me encantó ver el amasador del futuro pan, mientras se entablaba un diálogo en el que halagué el trabajo de maestro de pala.
Su respuesta fue tímida, no entendía muy bien porque lo halagaba. Mi siguiente relato es acerca de cómo logré que ese joven, padre de un pequeño hijo de un año, comprendiera que su trabajo era de gran valor y dependía de su intención.
Le pedí que recordara lo que sentía cuando abrazaba a su hijo. Seguramente fuera un intenso AMOR en su pecho, y le sugerí que mientras amasaba los futuros panes lo sintonizara, así lograría impregnar al pan de esa energía invisible, pero amorosa.
Le expliqué qué no en una semana, ni en un mes, ni en un año, pero con el correr del tiempo llegaría el día en el que él, el panadero que amorosamente amasó durante noches el pan y puso parte de su plusvalía afectiva impregnando ese alimento que saboreaban tantos, sentiría y vería que, sin saber por qué, los pueblerinos sentirían un afecto hacia él, incomprensible pero real.
Se imaginan si todos los que cobramos por nuestro trabajo, regaláramos plusvalía afectiva.
¿Que pasaría en una sociedad que se impregna del sentir amoroso?
Aquello que sembró durante tantas noches iba a dar sus frutos. Sería un verdadero maestro.
Había dado AMOR sin conocer a quien, recibiría AMOR y ahora sabría por qué.
Dr. Marcelo Montes de Oca
Amasé durante 20 años, nacieron mis hijos y les encantaba ayudarme en la cocina, cierro los ojos y puedo ver a mi hija Malena comiendo frutillas bañadas en chocolate blanco y negro con toda su boquita manchada y una cara de felicidad que jamás se me podrá borrar. También veo a mi hijo Nicolás mientras yo amasaba sentadito en su silla de bebé mirando todo con sus enormes ojos negros.
Cuantos años de Felicidad entre Harina, Chocolate, Azúcar y Crema Doble!!!
Hoy ya no soy Repostera, pero Agradezco desde lo profundo de mi corazón, a cada persona que probó una de mis tortas y me permitió darles amor a través de ellas.
Durante muchos años me fui preparando, y formándome para lo que es mi misión en esta vida, y lo que mi alma me pedía a gritos:
Ayudar a las personas desde otro lugar, como Terapeuta Holística.
Aprendí que lo más importante es decidir SER FELIZ y CRECER con cada situación difícil que nos toca y tocará vivir. Para ello es fundamental tomar conciencia de lo bueno que nos rodea y AGRADECER todos los días por TODO lo que tenemos y no nos damos cuenta.
GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS!!!
PATO
¡Gracias a quien Confió y me Enseñó a desarrollar el Don de la Repostería, GRACIAS AMIGA!!!
Agradezco enormemente a mi Madre por la garra que tiene para salir adelante en todas las situaciones difíciles que le tocaron transitar.
A mi Padre por haberme ayudado a crecer con unos valores inquebrantables, dió su vida por la familia, y la luchó hasta los últimos segundos siempre con su optimismo Arrayán.
Agradecerles a mis Abuelos tanto maternos como paternos. Los honro y les agradezco la vida ya que sin ellos mis padres no serían mis padres.
A mis Hermanos, especialmente a Jo y Michi los más pequeños de la casa, ya que siempre estuvieron ayudándome en la cocina.
A mis Hijos que me eligieron ser su MADRE, que es el mejor papel que me tocó interpretar.
A Martín el padre de los chicos que es incondicional, gracias por todo lo que vivimos juntos.
Por último, a Nacho mi pareja que me empuja en las buenas y en las malas, que me entiende en el sufrimiento y en la alegría. Me hace sentir viva a cada instante de mi día a día.
Pato que lindo relato, cuando cocino algo que a Luca le gusta mucho, me pregunta, «mama lo has hecho con mucho amor?» y si el amor se transmite de esa manera también! Muchas gracias por tu post!
Así es Pao!
Les mando un beso y abrazo enorme a la distancia ?
Pato
Pato!! Divino todo lo que plasmaste de las distintas actividades y cómo las transitaste y Divino que seas tan agradecida de la vida y todos los seres que te rodean, rodearon y de tus orígenes ! Un beso grande a ti y Juan (Nacho!)
Me alegro que te haya gustado y te agradezco enormemente el comentario.
Besos y Abrazos mios y de Nacho también!!!
Pato
Te felicito Pato!! Es muy alentador todo lo que expresas en éste artículo, muchas gracias!!!
Jackie gracias a ti por haber estado en mi camino!!!! Cuando uno hace todo desde el corazon todo se impregna de AMOR!!!
Beso Enorme
Pato