Cuando Meditas, entonces haces silencio…, y en silencio lo que pienses pasa a un segundo plano porque dejas de sentirlo.
En el silencio no hay preguntas, no evaluamos, no comparamos, ni medimos, no hay queja, no hay antes ni después, y el juicio se queda sin causa. Solo es silencio, paz, relax, vacuidad.
¿Por qué el silencio?, porque es la única forma de estar contigo y conocerte, es el idioma para hablar con tu Dios.
En silencio dejas de ser como tú crees que eres, para ser el testigo, el que observa.
Hoy te identificas con el cuerpo porque es el que recibe las emociones y sentimientos; te hacen sentir vivo.
En silencio serás testigo y observador de ese círculo emocional que has creado.
Somos una forma pensante limitada en este cuerpo, con la inquietud de buscar como llegamos hasta aquí para poder salir.
Todo lo que está sucediendo en este momento, solo es real en este plano de consciencia.
Nuestra forma humana crea este Universo que de forma particular vemos; nos limita a vivir en este plano sólido.
Nuestros sentidos perciben con limitaciones hasta una frontera en tinieblas.
Estamos suponiendo saber cómo es todo realmente. Estudiamos ruinas y observamos las estrellas, y luego suponemos… Leemos libros sagrados y luego suponemos que nos han querido decir.
Suponemos una divinidad, pero buscamos en lo tangible; somos sólidos y necesitamos ver, tocar, oír, oler,…
Pero el cuerpo, el cuerpo es la plataforma para renacer a una nueva consciencia, entonces ver todo como lo que es y no como suponemos que es. Sin él nada es posible.
Permite que el silencio te lleve al centro de la vida.
Dijo Jesús en nombre del Padre:
“Yo soy la resurrección y la vida”.
“Yo soy la luz del mundo. El que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida“.
El silencio es el único lenguaje que Dios comprende.
No cualquiera puede hacer cálculos científicos, pero sí, todos podemos llegar a la iluminación.
Si calmas las aguas de tu mente, el universo y las estrellas se reflejarán en tu alma.
Sólo en silencio. La vida comienza cuando renaces en el cuerpo; después…, después el cuerpo se purifica, estarás en el principio y sabrás cuál será tu fin.
Muchos conocen el camino, pero son pocos los que lo siguen.
