Como Seres Humanos que somos (conformados por espíritu y cuerpos terrenales), habitamos en forma simultánea en dos planos : el Espiritual, y el Material.
Nuestro Espíritu (parte de Dios) mora en el plano Real, mientras que nuestros cuerpos habitan en el plano Material.
En el plano Real todo es indiferenciado. No hay formas, ni nombres, ni experiencias.
Todo se encuentra en un estado de absoluta Plenitud y Paz, en un Eterno Presente.
El presente es ilusión, porque de verdad vivimos el pasado proyectado en el futuro; nuestra enfermedad viene del pasado no resuelto; no te enfermas hoy, sino que lo vienes cultivando desde antes con un pensamiento que no se va; no te va mal hoy, ese resultado lo vienes creando de antes. …
Eso es tercera dimensión, donde no hay consciencia de nuestra divinidad. Es una dimensión densa, repetida y estancada en lo irreal; vivimos con un ego temeroso,…
«Ahora», es cuarta dimensión, es un estado de consciencia donde el libre albedrío, la libre elección pasa a ser tu mejor pensamiento. El temor desaparece, sueltas amarras y ahora comienzas a comprender tu propósito.
En la actualidad de este siglo XXI se ha confirmado por múltiples profesionales, psicólogos, docentes, padres y madres la afluencia de nacimientos de niños (hoy ya también adolescentes y adultos), que están dando muestra de un mayor coeficiente de inteligencia y una Nueva Consciencia Intuitiva.
Comentarios recientes